Toro
rebelde, toro bravo
con
dos parcas. La testuz
proclama
que tu sitio
es el
campo y no el ruedo.
No
quieres medias tintas,
no
quieres que te lleven
a
demostrar tu celo.
Tu
sangre se perpetua
entre
jaras y tomillo,
no en
el dorado albero.
Tu
bravura tiene precio
y tu
destino atado al cielo
de un
norte que quiere
ver tu
valor por sus calles,
por su
ruedo en fiesta.
Que se
le va hacer Peleón,
tu
sueño pende de tu valor,
y el
regreso, sólo, de ti,
de tu
dolor sereno y fiero
y de
un público, que festivo,
seguro
que no estará
por
perdonar la vida
a
quien con tanto celo se resistiera
a
tomar una prisión
que a
la muerte te condujera.
De Zahariche
a Pamplona,
un viaje
sin retorno
y un
nombre para la gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario